Es domingo, es un día previo al inicio de clases, la sensación del día previo al inicio a clases es muy parecida año con año, por una parte hay molestia por el termino de las vacaciones, la flojera y la inexistencia de horarios se acaban para pasar a la rutina escolar (aunque en mi caso esto queda a medias, porque en vacaciones aproveche a realizar mi servicio social). Por otro lado existen un poco de felicidad por el regreso a clases, aun existe un poco de nostalgia por esos días en los que llegaba con mi mochila llena, con libretas y útiles oliendo a nuevo, el conocer a los nuevos compañeros de salón y a los maestros. La realidad cambia al llegar al nivel universitario, pero en el fondo uno se sigue emocionando como lo hace en cada día de navidad o en el día de reyes.
Mañana 15 de Agosto no será un día común y corriente, porque después de este inicio de clases no habrá otro. Después de 19 primeros días de clase, no habrá más de esto, nada de inscripciones, alistar la mochila, tratar de ver con optimismo el inicio de clases, pero me siento tranquilo respecto a ello, la vida esta llena de ciclos que algún día tienen que llegar a su fin y mi ciclo academico llegará a su fin dentro de pocos meses, cuando termine clases y prepare mis requisitos para la titulación (un estimado de seis meses, pueden ser más, pueden ser menos, depende del interés que el alumno le preste).
Así que hoy como cualquier día previo al inicio de clases me dedique a estar en casa, reflexionando sobre lo vivido anteriormente y sobre lo que viene, planeando y procurando regresar lo más relajado a clases, porque se aproximan días de combinar trabajo con rutina universitaria, continuar con el trabajo de la tesis, cruzar por la ciudad en varias ocasiones al día, en fin todo un reto, pero lo veo como el ultimo escalón que hay que subir y hay que hacerlo de buena manera.
Mañana empiezo mi ultimo semestre universitario y no se si alegrarme o reírme, pero se irá tan rápido que ni me daré cuenta.
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